Entre los 15 y 34 años, 2 de cada 5 hombres y 1 de cada 5 mujeres, se han emborrachado en los últimos 12 meses*
Estos son solo 4 efectos que muchos adolescentes desconocen cuando consumen alcohol:
Corteza frontal alterada: Es la parte más evolucionada del cerebro, donde residen “las funciones más humanas”. Es la responsable de que cuando "me apetece algo" pueda contenerme, si me perjudica. Estas funciones sufren con el alcohol.
Impulsividad: Investigadores han encontrado un aumento de la impulsividad y disminución de la atención, que impide concentrarse en lo que tenemos entre manos, ambos relacionados con el efecto del alcohol sobre la corteza prefrontal.
Efectos sobre la memoria: «Los que consumen alcohol de forma intensiva tienen peor memoria que los que no beben.
«Sabemos poco de la reversibilidad de los efectos, aunque se puede anticipar que quienes mantienen desde jóvenes un patrón de consumo intensivo, incrementan el riesgo de tener serios problemas de adultos»
- Neurociencia Cognitiva y Afectiva (Necea) de la Universidad de Santiago de Compostela.
4. Depresión: El riesgo de depresión en adolescentes que beben en exceso es seis veces mayor que el de un adulto regular.
De hecho, los adolescentes que empiezan a beber pronto tienen un hipocampo (formación de nuevos recuerdos) más pequeño que aquellos que no beben.
¿Cómo alentar el NO consumo de alcohol en nuestros hijos?
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